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Las Raíces

Una mañana de 1988 el presidente del Gremio de Empresarios de Hotelería de Castelldefels tuvo una buena idea: proponer a los once empresarios locales más representativos participar en la Mostra de Cuina de esa ciudad. Es allí donde sellan un vínculo generoso estos once colegas que a un año de aquella Mostra, entre vinos y copas, dieron nacimiento a lo que todos conocemos hoy como Confraria Gastronómica Onze.
De aquellos once iniciales, ya no están, Orencio Alvaro y el patriarca, Gregorio Mendizábal pero siempre queda como recuerdo anecdótico la fórmula que éste último sugirió acerca de las alubias blancas y las alubias rojas. Consistía en una forma de escoger a nuevos socios. Si algún día pensaban ampliar la comunidad, las alubias blancas simbolizaban una respuesta afirmativa, inspiración de los Txocos vascos, paradigma de confraternidad.
Aunque esta forma de elección no se llevó a la práctica, fueron blancas las alubias que se sumaron y hoy los socios son veinticuatro, todos hoteleros y restauradores, amigos y competidores, que comparten el mismo pensamiento: “la unión hace la fuerza”. Y es gracias a esta premisa que desde hace dieciocho años, además de trabajar juntos por un pueblo, disfrutan a lo grande.

La Savia

Esta asociación fue creciendo en el tiempo y alimentando su espíritu emprendedor, nutriendo su razón de ser, la misma de aquel entonces que los llevó a agruparse para hacer de Castelldefels un lugar atractivamente turístico no sólo por sus encantos naturales sino por su propuesta gastronómica.
A orillas de la costa mediterránea este grupo de amigos amantes del buen servicio y de la oferta esmerada, apuestan al esfuerzo común, al futuro colectivo, donde todos tienen ante sus ojos el mismo horizonte. Donde todos comparten que las metas más inalcanzables pueden lograrse, que los sueños tienen lugar en la tierra y que para crecer y progresar sólo se necesita de semillas capaces de germinar y dar los frutos más exquisitos.
El Trabajo

Desde que se agruparon, la Confraria sigue dando frutos. En todo este tiempo ha generado diferentes actividades teniendo siempre presente el objetivo de fomentar, divulgar y popularizar no sólo la gastronomía local, sino también la nacional e internacional.
De esta manera, la Confraria cuenta con su propia revista, “Comer en Castelldefels”, en estas páginas los 24 integrantes comparten sus especialidades y los platos más exquisitos. Y una vez al año van a Fitur a presentarla, amparados corporativamente por el Ayuntamiento.
Pero además de esta revista, miembros de la Confraría deciden crear su propia escuela de gastronomía a través de la cual transmiten a la gente joven su gran capital: el saber gastronómico, los secretos tradicionales de la cocina mediterránea y el aprender a emprender compartiendo propósitos de crecimiento colectivo.
La Confraria no se detiene sino todo lo contrario, frecuentemente organiza conferencias, sesiones de trabajo, cursillos, degustaciones, concursos y actos de carácter análogo. Eventos que abarcan, todo el territorio nacional manteniendo de este modo importantes lazos con empresas reconocidas.
Los Frutos

Hoy la Cofradía es una frondosa huerta, donde se cosecha a manos llenas: nuevos negocios se suscitan constantemente y la asociación ya cuenta con reconocimientos e intercambios que enriquecen más aún el abanico de propuestas de Castelldefels.
Este pequeño pueblo costero cerca de Barcelona convertido actualmente en capital turística y gastronómica de la comarca del Baix Llobregat es, sin lugar a dudas, el fiel reflejo del trabajo colectivo y de la firme convicción de 24 socios y amigos, dispuestos a dar todo y a apostar al crecimiento del lugar donde ya han plantado sus raíces.

 

 
 
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