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Miguel Yepes.
Presidente de La Confraria Mes Onze de Castelldefels. |
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Esta bendita profesión Estos son momentos de bonanza para el sector. La espectacular subida de los turistas que visitan Catalunya y en especial, Barcelona y alrededores hace que los establecimientos dedicados a la restauración experimenten un auge notorio. Especialmente aquellos que lo hacen bien.
Hacer las cosas bien lleva consigo un código ético y profesional no escrito que debería estar marcado a fuego en las conductas cotidianas de quienes nos dedicamos a la gastronomía.
No vale el todo es lícito con tal de ganar dinero. No vale el pan para hoy y hambre para mañana. Al cliente, quien paga por lo que recibe, hay que justificarle y no precisamente en la factura, lo que abona al final del almuerzo o de la cena. Esto lo saben los competentes, los capacitados, los amantes del buen servicio y de la oferta esmerada.
España y Catalunya son vanguardia mundial de la gastronomía. Catalunya y el País Vasco atesoran los premios más relevantes. El futuro desborda optimismo.
En Galicia, Andalucía, Castilla La Mancha y en el Levante hay luces que brillan. Esta luz es la de jóvenes cocineros que están entrando a la puerta del éxito. Pronto serán reconocidos oficialmente.
Seguro,
Castelldefels tiene lo suyo. Sin contar los componentes de la Confraria Gastronómica mes Onze, estamos orgullosos de la alta nómina de establecimientos excelentes que con su aporte hacen de la ciudad, la capital gastronómica y turística de Baix Llobregat.
Castelldefels es saludable. Lejos del bullicio, al lado de Barcelona, y a sólo cinco minutos del aeropuerto, con la inmensa playa como fondo y una inmensa oferta en deportes y actividades de tiempo libre.
Nuestra Cofraria en sus dieciocho años de vida, puede sentirse orgullosa del surgimiento y la consolidación de la buena cocina de la región. Como colectivo activo nos propusimos convocar a los mejores gourmets de la zona, y lo conseguimos.
Estuvimos con Ferrán Adriá a quien otorgamos nuestra insignia de Oro y Brillantes, con Santi Santamaría, quien dio una clase magistral en nuestra Escola de Restauració. Y también en cada viaje a Puerto Rico, Tailandia, República Dominicana, Francia, Noruega y Holanda intercambiamos culturas, sabores, estilos, expandiendo, como es debido, el inconfundible sello de nuestra exquisita comida catalana y española.
Quiero dar gracias a instituciones y particulares que colaboran en la expansión de nuestra entidad, de nuestro pueblo y de nuestra bendita profesión. |